Entre algunos de los personajes
populares que hacían vida en el barrio, tenemos a Ramón Guevara que, según
cuentan, fue el creador de la famosa lotería de animalitos de Guamachito y los
sorteos se realizaban en una de las esquinas de la calle Juncal.
Esquina de la calle Juncal, donde se reunían para los sorteos de la lotería de animalitos. |
Epifanio Peraza. |
Otro era Ramón Hernández, que al parecer era su rival en asuntos de echar
bromas; ambos eran muy queridos en el barrio.
Juan Yánez, por el contrario, era
un parrandero que siempre cargaba un cuatro y donde se paraba ponía su toque
personal. De los infaltables borrachitos del barrio aún existe el conocido
“Verguilla”, juguetón cuando se encuentra en estado etílico y al mismo tiempo
le daba por cantar; su frase preferida para dirigirse a las personas es “momia”, actualmente no consume tanto
alcohol. El siguiente personaje, pero de más reciente data, es el popular
“canta maluco”, ya que al estar bajo los efectos del alcohol le da por cantar y
bastante mal, de allí su sobrenombre. Borrachito peculiar era el que llamaban “menor
de edad”, un señor como de cincuenta años que frecuentaba los lados de las
calles San Felipe y Las Palmeras; siempre andaba en la quinta etapa del sopor
etílico y cuando alguien le preguntaba la edad él respondía que era menor de
edad; cuando le brindaban un palo de ron se lo tomaba levantando bien alto la
botella, luego arrugaba la cara y soplando el típico vaho del alcohol gritaba “¡arrrrrmanaque!”
La dicharachera Carmen Flores,
cuyo grito de batalla era “¡Ríquiti! Conocida también como la Catira Flores, alegre
y parrandera, donde había una rumba allí estaba ella con su entusiasmo a toda
prueba y por Ríquiti la conocían todos.
También tenemos a la nonagenaria Zoila Rosa
Beltrán Herrera, de raza negra, conocidísima no por simpatía sino porque le
suelta varias palabrotas a cualquiera. Zoila nos comentó que la calle San
Felipe era un camino de tierra y llegaba hasta donde llamaban “los curas”,
actualmente Colegio “San José”.
Carmen Flores, la catira. |
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